Cuando algo que no debías haber hecho terminas haciéndolo, ¿es o no es tu culpa? Inicialmente parecería que sí, ¿verdad? Al final lo hiciste… pero… ¿y las circunstancias? Lo que ocurría ese momento, las órdenes que recibiste, las personas que te aconsejaban, la vida y enseñanzas que tuviste, todo eso, ¿acaso todo eso no podría justificar lo que hiciste?
¡Qué difícil situación! ¿No? Nosotros, los seres humanos, que siempre estamos juzgando, diciendo que está bien y que está mal, se nos complica la vida cuando debemos medirnos a nosotros y a nuestros seres queridos con la misma vara que medimos a los demás… para la mayoría de nosotros los errores de los demás son injustificables, el rompimiento de reglas no es permitido… pero cuando el que rompe las reglas somos nosotros o alguien que queremos, entonces nacen las justificaciones de todo lado…
Entonces, en una situación donde alguien rompe una regla: ¿Debemos ser blandos o duros? ¿Debemos dejar pasar o actuar con severidad? ¿Debemos perdonar o castigar? ¿Quién es el culpable? ¿La persona que lo hizo o quién lo instó a hacerlo o, simplemente, nadie sino las circunstancias? Y si la rompes tú: ¿Es o no es tu culpa?
Todas estas preguntas me he estado haciendo durante mucho tiempo y creo que hoy, con este episodio, doy un paso más a la respuesta… pienso que no es lo definitivo, pero estoy cada día más cerca de aprender a manejar mis errores y los errores de los demás.
¿Me acompañas en mis historias y pensamientos? Oye este episodio 🙂
