Este artículo no es para todos, sino solo para aquellos que pensamos que las luces de parqueo/emergencia, esas que hacen funcionar los dos guiñadores al mismo tiempo, son exactamente para eso: para cuando estamos por parquear o estamos con alguna emergencia. ¿Y por qué este artículo no es para los otros? Porque seguramente los otros son de las personas que piensan ‘si lo hace todo el mundo, ¿por qué yo no?’. Lo malo es que a ratos me da la impresión que la mayoría de las personas en Bolivia son del segundo grupo, y no solo en lo que a las luces se refiere, sino en todo. ¡Así que sí! Este artículo es para todos, para ambos grupos.
Y es que pareciera que cuando le dan la licencia de conducir a alguna persona, esta licencia viniera con un instructivo fuera de las leyes de tránsito que dice algo como ‘prende las luces de parqueo/emergencia cuando te pese el trasero, estaciónate en doble fila, y que no te importe detener el tráfico e incomodar a los demás porque de seguro tú y lo que debes hacer es más importante que las demás personas´.
Lo cómico del anterior escenario es que cuando una persona prende sus luces de parqueo/emergencia y se estaciona en doble fila, normalmente está rodeado de personas que deben hacer cosas similares a él. Por ejemplo, donde hay cajeros automáticos es normal ver autos estacionados en doble fila porque ´solo tardarán un ratito´ y como seguramente el tiempo de esta persona es más valioso que el de los demás, entonces no le importa que los demás tengan que esperar que él mueva su auto para poder salir.
Para personas como las anteriormente descritas no existe la posibilidad de buscar parqueo y caminar una cuadra, ¡sí! ¡Una mísera cuadra! Imposible para ellos, porque en su forma de ver la vida, lo que ellos necesitan, lo que ellos son, es más importante que todo lo demás; según su punto de vista, ellos son importantes y los demás están para aguantar cualquier capricho y aceptar sus aires de superioridad.
Y por ahí va la cosa. Es por eso que es común ver que quienes parquean en doble fila, muchas veces tienen autos de lujo o son personas económicamente exitosas. Ellos no se dan cuenta que cada vez que parquean el auto en doble fila, pueden estar mostrando su gran automóvil, su éxito financiero, pero al mismo tiempo muestran su bajo nivel de educación y respeto por los demás.
El extremo de lo anterior son los colegios. Mientras más caro y exclusivo es el colegio, más papás buscando ´la mejor educación para sus hijos´ se parquean en doble fila, ¡incongruencia total! Se gastan miles de dólares mandando a sus hijos a los mejores colegios de la ciudad para que ahí les impartan conocimientos y valores, pero ellos como papás destrozan el valor de ´respeto e igualdad hacia los demás´ porque les da flojera caminar unas cuadras o porque ´el chiquitito´ no puede caminar tanto y debe ser dejado en la puerta misma del colegio sin importar que otros niños y papás están en la misma situación.
Y así vamos avanzando en nuestra querida ciudad, primero nos parqueamos en doble fila en el colegio de los chicos porque estamos tarde para el trabajo y/o los chicos no pueden caminar solitos; luego nos parqueamos en doble fila en los cajeros automáticos porque solo tardaré un ratito y si deben esperarme los otros que llegaron antes que yo, pues que esperen; luego nos parqueamos en doble fila en las tienda de barrio porque es solo una compra de 5 minutos; luego nos parqueamos en doble fila en los restaurantes porque seguro ya está el pedido que hice por teléfono y no quiero que se enfríe mi comida… y al final tenemos una ciudad con un tráfico vehicular que es un caos… y nos quejamos a la alcaldía o al organismo de tránsito por no saber planificar y controlar, cuando en realidad mi auto en doble fila, más sumados los miles de autos en doble fila, todos cuyos dueños creen que son más importantes que todos los demás, son parte del problema.
Así que si tú eres del primer grupo, de aquellos que usan las luces de parqueo/emergencia para lo que fueron diseñadas, comparte este artículo y etiqueta a todos tus conocidos y amigos que actúan como los del segundo grupo, para que cambien de actitud y proceder.
Y si tú eres del segundo grupo, espero te des cuenta que no eres más importante que los demás y que lo único que haces cuando prendes por aquí o por allá tus lucecitas es demostrar lo ignorante, prepotente y abusivo que eres, pero en ningún momento muestras lo grande que tú piensas que eres, ¿entendido?