Hace mucho tiempo que a mí me ha dejado de importar quién es magistrado en Bolivia… es más, hace mucho tiempo que cuando alguien me menciona que conoce a un magistrado, sin importar de dónde lo conoce, medio que me da vergüenza ajena… es que hay algunas cosas que uno debe callarse 🙂
Pero déjenme explicarles mi punto, mi posición tan dura al respecto, ¿ok?
Imagínense lo siguiente:
Usted debe ser operado, mejor aún, alguien que usted ama debe ser operado, no sé, su hijo, su mamá, su esposa, su novio… solo piense que la persona que usted más ama en el mundo debe ser sometida a una operación que, aunque no es complicada, no deja de tener riesgo, ¡es una operación!
Entonces, personas que no saben nada, absolutamente nada, de medicina; incluso algunos no saben ni leer ni escribir, a veces ni hablar, medianamente bien, se reúnen y preseleccionan a un número predefinido médicos que según ellos pueden operar a su ser amado… dependiendo de la dificultad de la operación. Luego, mandan a los preseleccionados para que todos los habitantes de su ciudad elijan por voto universal quién operará a su ser amado y listo… anestesia, bisturí y usted feliz porque sabe que la persona que más ama en este mundo está en las mejores manos que podrían existir.
Primera pregunta: ¿Le gustaría que así se determine quién lo operará a usted o a su ser amado? Segunda pregunta: ¿En serio cree que los médicos de la historia son los mejores que hay?
No sé cómo funciona la mente de un médico, pero si funciona como la mía que estoy más del lado de la tecnología, yo no quisiera que me elijan para hacer un trabajo por voto. Menos que me preseleccionen personas que no saben nada de tecnología. ¿Por qué? Porque para entrar a la elección, primero tendría que convencerlos que soy bueno en lo que hago a personas que no entienden ni siquiera lo que es un transistor, mejor ni hablar de un algoritmo o inteligencia artificial… no sé, tendría que utilizar otros medios para convencerlos. Y si para eso, para ser precandidato, debo hacer lo anterior, ¿se dan cuenta lo que deberé hacer para ganar una elección donde personas con las que nunca he hablado deben decidir si soy el mejor para hacer un trabajo?
No sé qué pensarán los médicos de mi historia, pero yo como ingeniero, como un profesional que he trabajado años, que he mantenido a mi familia y que he ido avanzando de a poco en mi profesión, ¡nunca me prestaría a este juego ridículo de una elección! Digo, ¿a qué profesional medianamente bueno se le ocurriría competir para un puesto sabiendo que desde el inicio deberá “caerle bien” a los que lo preseleccionan y “caerle aún mejor” a los que lo eligen?
Les aseguro que los médicos que ahora mismo están leyendo mi historia, hablo de los buenos médicos, deben pensar lo mismo que yo: “¿Ser elegido por voto para operar y salvar la vida de la gente? ¡Por Dios! Yo mejor no me presto para eso… que elijan a los que no sirven, a los que necesitan eso para conseguir trabajo y vivir bien de lo que yo sí sé hacer”.
Y es por eso, por todo lo anterior, que hace tiempo me ha dejado de importar quién es magistrado de justicia en Bolivia… bueno, no es que no me importe, ¡claro que me importa! Y me importa porque en los últimos años lo único que he visto de ellos, por lo menos lo que se nota, es que han hecho un PÉSIMO trabajo porque su calidad y ética profesional no les alcanza, ni les alcanzó nunca, para crecer, avanzar y ser exitoso como profesional.
En estos últimos años se han prestado a lo que el poder político necesita… un día dicen sí a algo, al otro día dicen no a lo mismo… un día hacen un trabajo de una forma, al día siguiente hacen el mismo trabajo de otra forma totalmente contraria… y todo, absolutamente todo, porque son tan inútiles, tan poco éticos, que deben prestarse a lo que las personas que los pusieron ahí les ordenen.
Hoy tenemos a un país paralizado porque los famosos magistrados, esos SÚPER profesionales que tenemos impartiendo justicia (léase con ironía la parte de súper, de profesionales y de justicia) son todo menos lo que Bolivia necesita.
Y no voy a entrar en detalles del porqué, desde mi punto de vista, se ha dado esta situación, pero sí sé que las últimas elecciones tuvieron menos de 40% de participación… que 6 de cada 10 bolivianos les dijimos con el voto que estas elecciones son lo más ridículo que existe en el mundo…
Sí, los bolivianos hace años les dijimos a los que se creen dueños de nuestras vidas, que queremos que a nuestro ser amado, a nuestro país, lo opere el MEJOR médico de Bolivia y no aquel inútil que para llegar a una mesa de operación tuvo que regalar cositas, prometer cositas, sonreír a la cámara y llenarse de mixtura en cada mitin político al que asistía… mientras los que sí saben están trabajando, creciendo y enorgulleciendo a quienes los conocen.
Me dan vergüenza… por suerte no conozco a ningún magistrado y espero no hacerlo, porque los que hay y, seguro, los que vienen, lo único que harán será paralizar el país como ahora lo tenemos.
Así que; ¿a quién le importan los magistrados?