Aún hay tiempo

¿Y dime? Considerando que estás leyendo esto y sabiendo que eso significa que no eres uno de los miles que nos han dejado ayer por causa de la pandemia, ¿ya te diste cuenta que hoy tienes un día más para hacer eso que dejaste de hacer? ¡Aún hay tiempo!

No sé, en una de esas, podrías comer eso que andas deseando; bueno, seguramente deberás cocinarlo dada la cuarentena en la que estamos, ¡qué va! ¿Cuántos no han aprendido a cocinar en este tiempo? ¡Dale!

Si tienes más tiempo que antes, ¿por qué no terminas de leer ese libro olvidado que está sobre tu velador? O también podrías ver una serie de las que hay en algún servicio de streaming; tal como vamos, seguro que puedes terminar de ver algunas.

¿Te acuerdas de eso que querías aprender? ¡Por ahí hoy sea el día! Busca en Internet y seguro encuentras videos o, en el mejor de los casos, ¡hasta un curso certificado! Esta pandemia nos ha dado miles de opciones para aprender algo: Desde buscar en Internet alguno de los muchísimos cursos y seminarios gratuitos que se dan, hasta ir por algo más serio y tomar un diplomado, empezar una carrera o maestría a distancia; si optas por el diplomado, ¡te aseguro que aún estás a tiempo de terminarlo!

A este punto, casi estoy seguro que participaste de alguna videoconferencia donde estuvieron parientes y amigos que no veías hace años, ¿verdad? Sigue reuniéndote con ellos y si no lo haz hecho, organiza una reunión con aquellos a quienes extrañas, solo necesitas 15 minutos para ver la cara de aquellos que son importantes para ti, ¡verás que habrá valido la pena!

Entonces, ¿qué esperas para mandar un mensaje o llamar a esa persona que anda dando vueltas en tu cabeza? Ahora es tiempo de cerrar lo que alguna vez quedo abierto, ¿no crees? Al final, no sabes si esa persona o tu mismo estarán en el futuro inmediato. ¡Manda ese mensaje! ¡Llama! Y dile lo que sientes: Desde un “cómo estás”, pasando por un “te extraño”, o por ahí “perdóname”, hasta un «te quiero» o “te amo”… no importa lo que pase después, créeme.

¿Sabes? Para todo lo que he mencionado antes hay excusas… que no sabes cocinar, que no tienes plata ni para los ingredientes, que los libros son caros, que no tienes ni televisor, ¡mucho menos streaming! Que no tienes cabeza para aprender, ¡mucho menos de estar pensando en aquellos que se olvidaron de ti! ¿Pedir perdón? ¡Imposible! ¿Perdonar? ¡Peor aún! ¿Decir te amo? ¡Qué vergüenza!

Pensamos que esta pandemia iba a sacar lo mejor de las personas, pero no fue así. Todo son malas noticias, todo es negativo. Esta cuarentena nos está matando, este virus nos está matando, nosotros entre nosotros nos estamos matando. Ya todos están cansados de estar encerrados, con los mismos, sin dinero y viendo como el futuro no pinta bien.

Pero hay algo de lo cual he hablado y seguro ya te olvidaste: ¡Tú estás con vida!

Y quien vive, quien se ha despertado hoy, puede hacer una cosa que todos los que nos dejaron ayer ya no pueden: Hacer lo que dejaron de hacer en el pasado.

¿Empezamos?

Deja un comentario...